Abandonar el alquiler y ser propietario
Muchas personas que no tienen casa propia están deseando abandonar el alquiler y ser propietarios, adquiriendo su propia vivienda y dejando de tirar dinero, pasando a pagar una hipoteca y convertir parte de la cuota en ahorro según se amortiza capital.
Sin embargo, mucha gente no puede dar este paso o cree que no está en posición para darlo, pues aunque gozan de estabilidad e ingresos, los altos alquileres y el ir ajustados a día a día imposibilitan el poder genera el ahorro del 20% más los gastos de formalización que solicitan muchas entidades para poder acceder a un préstamo hipotecario y comprar una vivienda propia, pero con una asesoramiento adecuado y mediante la ayuda de brokers inmobiliarios, es posible acceder a viviendas incluso sin ahorros, con opciones como el alquiler con opción a compra o las financiaciones al 100% más gastos
Acceder a financiaciones al 100% más gastos
Este tipo de financiaciones, muy restringidas y con muy mala fama, pues son una de las causas que motivaron gran parte de los problemas bancarios en la anterior crisis, al financiar las entidades la totalidad de la compra de inmuebles que poco tiempo después valían incluso la mitad, sigue siendo un producto demandado y con salida.
Si bien la financiación al 100% más gastos sigue estando en el mercado, su concesión no es nada sencilla y conseguirlo sin la intermediación de un agente financiero es complicada. Para acceder a ella se deben de tener ciertos requisitos como ingresos con un ratio de endeudamiento respecto a la cuota resultante no superior al 35% de forma recomendable y nunca al 40%.
Además, se debe gozar de una estabilidad en el trabajo, que anime a la entidad financiera a asumir un riesgo superior al del resto de productos hipotecarios y conceder este tipo de financiación. No está disponible para personas con poca estabilidad laboral o con ingresos ajustados o con una alta variabilidad.
Además, hay que tener en cuenta que para su concesión hay que tener en cuenta el inmueble y su ubicación a la hora de tasarlo y la necesidad de aportar un aval para hacer frente a la operación, con lo que se podrá optar a este tipo de producto.
Tipos de financiaciones al 100%
Debemos distinguir entre las financiaciones en la cuales se financia el 100% de la compra y el solicitante aporta los gastos de la operación, siendo la hipoteca del precio del inmueble adquirido o bien de aquellas en la cuales se financia el total de la inversión, solicitando una hipoteca de la totalidad del valor del inmueble mas todos los gastos ocasionados o parte de ellos.
También , aunque no son financiaciones propiamente dichas, debemos de tener en cuenta los casos en los que se solicita un importe superior al 80% que es la regla común de todas las entidades financieras, como el 90 o 95% de la compra de la vivienda, aportando una parte del coste de la propiedad además de los gastos, pero que en cuanto a riesgos y estudio de viabilidad, se mueven por las mismas vías que en casos de financiación 100%, al salirse del límite general del 80% del resto de entidades.
Si bien una tasación más alta es conveniente en todos los casos, y es posible en límites del 90% poder formalizar la operación sin avalistas, es un recurso que será necesario en la mayoría de los casos restantes, excepto al ciertos casos como el 100% de la compra con funcionarios, pero imprescindible siempre que se recurra a financiar también los gastos.
Porque solicitar una hipoteca al 100% de la compra
Si bien financiar al 100% de la compra es un producto con mayor riesgo, pues imposibilita la opción de venta en un primer momento, al financiar el total del costa, mayor aún en el caso de financiar los gastos, pues antes de poder vender pasarán varios años, al ser el importe de la hipoteca superior al del valor del inmueble, tiene también sus ventajas, que son asumibles en determinados casos, según la estabilidad y la situación económica y personal del prestatario.
El estar pagando de por vida un alquiler, aún más si es elevado, lleva a una sensación de estar malgastando dinero y no poder acceder a ahorro y tener un sitio, donde en un futuro, cuando exista una jubilación y desciendan los ingresos, se pueda vivir, sin tener que pagar un alquiler, que posiblemente no se pudiera entonces.
Todo el mundo desea tener una vivienda y poder adecuarla a sus gustos y necesidades, pero unos alquileres, en muchos casos con la burbuja, llevan a que sean más altos que las cuotas hipotecarias resultantes de una compra, merman la capacidad de ahorro imposibilitando toda opción de compra.
Sin embargo, dependiendo de la situación económica y personal de cada solicitud, si la empresa en la que se trabaja tiene cierta estabilidad y recorrido a largo plazo, es importante y no se está pendiente de traslados periódicos de lugar o centros de trabajos, la incertidumbre se reduce sustancialmente, valorándose muy positivamente la financiación del total del precio de la vivienda, pues ya de por si el alquiler se tendría que pagar igualmente mes a mes, pero la cuota hipotecaria genera una ahorro adicional además, con la amortización de capital y plusvalía del inmueble y en algunos casos, la cuota resultante es incluso inferior al alquiler-