El tipo de interés de una hipoteca es una de las muchas variables que nos podemos encontrar a la hora de contratar una hipoteca.
Los tipos fijos o variables, que cambian según las vinculaciones de cada persona o entidad es otra de las elecciones que se deben de tomar, que pueden cambiar de forma considerable según la aversión del sujeto al riesgo, el plazo de la hipoteca o la situación económica o social a la hora de elegir el tipo de interés para el crédito hipotecario.
En la situación actual con el euribor en valores negativos, los tipos fijos tienen valores muy bajos y atractivos, en algunos casos incluso al 1%, sin embargo; los usuarios más abiertos al riesgo se siguen decantando por los tipos variables mientras el euribor está bajo mínimos.
Un tipo variable con un buen diferencial puede llevar a que el tipo aplicado se encuentre próximo al mínimo y toda la cuota sea amortización de capital.
Esto puede llegar a prolongarse varios años, pues actualmente no se espera a priori una variación significativa de la política monetaria expansiva de bajos tipos de interés a corto o medio plazo.
La elección de cada tipo depende de lo que valore cada persona, el riesgo o la seguridad, del importe solicitado, de las vinculaciones o del plazo que se solicite la hipoteca.
Que ofrecen las entidades bancarias en tipos hipotecarios.
La mayoría de las entidades están ofreciendo tipos fijos sobre todo y es su principal estímulo.
Se piensa que las políticas actuales pueden prolongarse durante más de una década y esto hace que se incrementen los márgenes para la banca en hipotecas a tipos fijos, aunque estos sean bajos respecto a las variables.
Además, los tipos fijos nunca han estado tan bajos, pues no es extraño encontrarlos al 1% incluso en plazos superiores a 20 años.
El problema de los tipos fijos que frente a amortizaciones anticipadas muy baratos o sin coste a partir del 5º año, los préstamos hipotecarios a tipos fijos dejan la puerta abierta a que la entidad pueda cobrar amortizaciones del 2% si demuestra que el préstamo le ha supuesto pérdidas frente a su balance.
Según el porcentaje de financiación, el perfil de solicitante o el destino, los tipos de estos préstamos en el mercado oscilan entre el 1% o el 3%, en los peores casos
Los préstamos hipotecarios a tipos de interés variable
Son los escogidos para cortos plazos de tiempo o por lo clientes con mayor inclinación al riesgo.
Pueden llevar a amortizaciones de gran parte de la cuota en capital, con algunas ofertas de bancos virtuales por internet o neo bancos.
El problema es que los mejores productos son muy excluyentes y rígidos.
No pasar del 80% de la compra, nóminas altas por encima del 4000 €, bajo endeudamiento o vinculaciones como seguro de vida que aumentan progresivamente cada año son algunas de las exigencias que ofrecen las entidades más competitivas.
En casos de hipotecas de poco importe, temporalidad, bajos ingresos o hipotecas no destinadas a la compra, es conveniente que se deniegue la operación incluso después de tasar, o tener tasaciones por debajo del precio de compra que no permiten obtener la financiación