Se avecinan olas de impagos en el 2021
Según las distintas agencias de calificación crediticia, como Moody’s y S&P, se avecinan olas de impagos para el 2021, que comenzaran en el primer trimestre, tanto para empresas como particulares (https://www.vozpopuli.com/economia-y-finanzas/agencias-calificacion-aumento-impagos_0_1430857582.html), lo cual lleva a pensar en cuanto a la crisis económica que tenemos encima, aun con los efectos diluidos en virtud de medidas como los ERTES o las moratorias y la inyección de liquidez a ciertas empresas que no podrán hacer frente a la devolución de los prestamos ICO, lo cuales han avalado todos los ciudadanos mediante el aval estatal del 80% a ciertos créditos ICO concedidos durante el proceso más duro de la pandemia.
Se espera grandes reestructuraciones de deuda para evitar los impagos y que la tasa de morosidad se situé del 4% actual hasta el 8%, por lo que el crecimiento sería del 100%.
Si bien los instrumentos estatales y de los bancos centrales para atenuar los efectos de la crisis, se espera que no sean suficientes en función de la dimensión y la variabilidad de esta, con nuevos confinamientos en el ojo del huracán, posibles cierres de fronteras, temor de la inversión y no saber cuándo se crean y establecen nuevas restricciones a distintos sectores.
La credibilidad de las empresas se reducirá bastante en gran medida, pues muchas se han visto gravemente afectadas por los efectos de la crisis, bajando su seguridad de cara a la financiación.
En cuanto a la financiación, si bien es y será la más económica y barata de la historia, debido a los bajos tipos de interés, consecuencia de una política monetaria expansiva, la incertidumbre y morosidad puede llevar a una concesión de la financiación bastante más compleja y restrictiva a los particulares y empresas, lo cual se verá e irá incrementando conforme avance el año y se sientan cada vez más los efectos de la crisis generada.
Consecuencias del aumento de la morosidad en empresas y particulares
Las consecuencias del aumento de la morosidad son claras para ambos sectores. La pérdida de credibilidad de muchos sectores respecto a las entidades financieras a la hora de solicitar liquidez es importante, Sectores ligados a la restauración, turismo, agencias de viajes o determinados servicios como peluquerías, pequeños comercios verán cómo se elevan los requisitos para financiarse o renovar pólizas de crédito, solicitar nuevos productos,.. Por lo que acceder a la financiación será mucho más complejo para autónomos o pymes
Para los particulares, de los cuales se esperan también aumento en la mora bancaria, al haber subido el paro en más de 1 millón de personas, venir nuevos ERTES que pueden convertirse en ERES, o trasladarse los problemas de las empresas a sus trabajadores, al cerrar o tener que disminuir plantilla, llevará a dejar de pagar créditos tanto de consumo como hipotecarios, lo cual puede llevar a entrar en asnef y tener que solicitar créditos con asnef para evitar demandas y acciones judiciales, embargos, etc. los cuales son más complicados de conseguir.
Si bien las empresas no sufren los apuntes en asnef, se incluyen el otros listados de morosidad como RAI, en el CIRBE en caso de préstamos impagados y son embargadas por Hacienda o Seguridad Social en caso de tener deudas con ellos, siendo notificados todos los deudores que tenga y embargando la totalidad de ingresos y pagos pendientes, además de las cuentas bancarias, por lo que puede ser la puntilla para muchas de ellas.
Las consecuencias del aumento de la morosidad sobre los préstamos
Es curioso que si bien se espera una restricción de la oferta y concesión de créditos, respecto a la demanda, no se espera un aumento de precios y preveemos que siga teniendo los precios más bajos vistos hace muchos años.
La restricción empieza directamente cuando se aprecia el inicio de una recesión, pues aumenta el paro y mucha gente no es capaz de asumir su endeudamiento al bajar ingresos como horas extras o plus de productividad. La bajada de ingresos o la pérdida de empleo llevan a que ingresos que se tomaban como firmes y perpetuos, desaparecen y lleven a que no se puedan asumir pagos y se entre en asnef.
El hecho de entrar en asnef, es un grave problema, pues tiene importantes consecuencias, pero muchas veces entrar en asnef directamente no es en si el problemas. Si bien los procesos de recobro son muy molestos, si solo se entra con alguna financiación, es algo que a medio plazo puede solucionarse, pero mucha gente lo empeora con la forma de actuar.
Es muy común que, una vez que se reducen los ingresos, se actúa de manera impulsiva y poco meditada. En muchas ocasiones una pérdida de ingresos que puede ser prolongada, se trata como un pequeño bache, lo que lleva a tratarla como a corto plazo, solicitando prestamos y tarjetas preconcedidas para pagar las cuotas de la deuda, lo que lleva a tener un historial de créditos que suele ser impagable y que no se podrá refinanciar al estar en paro o sin ingresos, llegando a entrar en asnef y ser repudiados por cualquier entidad bancaria.
En casos de encontrarse en asnef y querer solicitar créditos hipotecarios con asnef, estos son los únicos que se estudiaran y concederán. Una vez metidos en ese problema la única forma de salir es refinanciar los impagos mediante préstamos para pagar asnef, una vez se tengan ingresos mensuales recurrentes.