En muchas ocasiones por problemas de liquidez, es muy difícil y complicado cumplir a tiempo y en los pagos estipulados con Hacienda, lo cual conlleva efectos inmediatos desagradables como sanciones administrativas por retrasarse un solo día en el cumplimiento de la obligación, además de unos altos intereses de demora.
Para evitar estos casos puntuales de tesorería, numerosas entidades financiación el pago de los impuestos, tanto de sociedades como de IRPF, pero eso es algo que las entidades financieras no facilitan a todo el mundo, dejando en la estacada a numerosos clientes.
No hacer frente a estas obligaciones a tiempo puede llevar a unos gastos inasumibles y muy caros, por lo que es conveniente siempre que no se pueda pagarlos al momento refinanciarlos, independientemente del coste que nos ocasione, que siempre será menor. Además, así evitaremos la inclusión en listas de morosidad, con la imposibilidad de aplazamientos, nueva financiación, renovar la que ya se tuviera o cualquier ayuda pública. Los impuestos sobre los que más se demanda financiación son los siguientes
Impuesto de sociedades.
Es el impuesto más importante para las empresas. En un porcentaje que según el tipo de empresa se mueve entre el 25% y el 30% de sus beneficios. El problema a la hora de financiarlos es que si ha registrado un bajón de la actividad en los dos últimos periodos o pérdidas en alguno de ellos independientemente de que se haya reestructurado la sociedad, es complicado de financiar. Las sociedades suelen hacer un balance de los dos ejercicios anteriores y operan sobre esos datos, independientemente de otros factores. Pueden darse casos de que una empresa en buena posición sufra retrasos de pago por parte de sus deudores de forma inesperada y sea imposible atender a los pagos con hacienda. En estos casos es importante anticiparnos e intentar financiar los pagos a hacienda. En caso de pagos acumulados con retraso, su financiación será inviable, por lo que deberíamos intentar financiarlos de forma alternativa con asesores financieros especializados
Impuesto de la renta
Este es uno de los más demandados por autónomos. Si bien no suele ser un producto muy solicitado por trabajadores por cuenta ajena, aj hacer tenido retenciones en la nómina y ser fácilmente financiables por las entidades al tener la nómina domiciliada, no suele ser así en casos como tener un asnef o la venta e incremento de patrimonio, que puede llevar a tener que pagar una cantidad más que considerable.
En estos casos su financiación puede ser más complicada, y en casos de tener asnef, completamente imposible por las entidades financieras habituales, lo cual nos llevara a tipos de financiación alternativa.
Es importante la búsqueda de financiación pues en casos de irpf sobre autónomos principalmente, la AEAT está indicando procedimientos de embargo, notificación a los deudores y sanciones e intereses de demora en periodos de unos 3 meses.
Impuesto de Sucesiones
Es uno de los más solicitados a la hora de buscar financiación. En caso de herencias sin liquidez, hay que hacer frente al pago del impuesto sobre sucesiones para poder disponer del legado.
Esto en muchos casos es la pescadilla que se muerde la cola, no puedo pagar al no poder disponer de la herencia y no poder disponer de la herencia por no pagar.
En caso de no disponer de liquidez en la herencia, que es la única vía de disposición de esta con el único fin de pagar impuestos de forma previa, estamos ante un serio problema, por la cuantía de las sanciones e intereses de demora, que son de los más elevados del sistema recaudatorio.
No es posible siquiera en muchos casos la venta del inmueble siquiera, pues realmente no somos aun los propietarios legales ni podremos inscribirlo en el registro de la propiedad hasta su liquidación efectiva del proceso hereditario.
En estos casos la financiación es también prioritaria, siempre por asesores hipotecarios, que puedan realizar créditos para el pago de impuestos y la legalización del proceso de herencia
En todos los casos anteriores, la concesión del préstamo para los pagos a Hacienda se realiza con cargo al patrimonio personal o empresarial del sujeto que la solicita la financiación, sea persona física o jurídica. Solo poder realizarse de como préstamo hipotecario con plazos de financiación amplios de hasta 20 años que permite evitar los problemas de tesorería puntuales.