Invertir en ladrillo. Oportunidades diferentes.
Es muy diferente comprar una vivienda como residencia habitual o segunda residencia a comprar una vivienda buscando una inversión bien para una venta futura o para destinarla a alquiler.
Según se busque una u otra, el precio puede primar respecto la situación o tipo de vivienda.
En los casos en los que la vivienda es para la residencia habitual del comprador, primará la tipología de vivienda, así como la situación, la disposición de habitaciones etc aunque esto lleve a un incremento del precio que deberá pagar si quiere disfrutar de todas esas opciones.
Sin embargo, en el caso de viviendas para alquiler, los aspectos a tomar en cuenta cambian sustancialmente.
Una vivienda en primeras plantas sin ascensor será una buena opción al bajar los gastos de comunidad, la disposición del inmueble norte o sur no será tan prioritaria y elementos de los que no se va a disfrutar y generan en muchos casos más gastos que beneficios revierten, como piscinas o servicios comunitarios no serán tan demandados.
Esto hace que en muchos casos lose ni me estén dispuestos a barajar opciones en los cuales se pueden adquirir inmuebles sin ver interiormente, como cesiones de crédito, remate o pisos de okupas, que pueden llegar a tener precios muy interesantes respecto al alto precio de los inmuebles actualmente.
Pisos de Okupas
Si se mira un poco por internet, hay multitud de opciones de pisos okupados a precios inferiores a los de mercado.
El alto precio de muchos inmuebles en muchas ciudades ha llevado a que determinadas inversiones puedan llegar a ser interesantes para los inversores a pesar de la incertidumbre que llevan aparejada. Los pisos okupados en muchos casos llevan largos periodos de desocupación que los inversores están dispuestos a asumir según el precio de estos o poder llevar a cabo una negociación con los okupas.
En la actualidad, con la nueva ley aprobada recientemente, que traslada a los propietarios que no están recibiendo los alquileres suscritos en los contratos y asumiendo que deben de demostrar ciertos factores para poder defender el objeto de usu ingresos, como es un inmueble de explotación, ha generado una gran incertidumbre en este tipo de inversiones
Cesión de remate o cesiones de crédito
Si bien están muy diferenciadas en el tiempo, el final es el mismo. La ejecución de un crédito hipotecario por el acreedor, persona física o no, para adjudicarse el inmueble en propiedad, sobre el que antes no tenía más que un derecho real.
La cesión de remate es la cesión del derecho de adjudicación una vez celebrada la subasta. Lo mejor de este proceso es que el procedimiento ya está prácticamente finalizado y sin incertidumbre, la adjudicación es segura y al ejercerse la cesión en sede judicial, es posible que se continúe con el procedimiento hipotecario para la toma de posesión, sin tener que iniciar otro como en el caso de una venta con okupación.
La cesión del crédito es la venta de la hipoteca con el procedimiento iniciado o no y la continuación del proceso de ejecución.
Hoy en día, una ejecución hipotecaria puede llevar según el juzgado que lo esté tramitando, un periodo de unos 3 años, susceptible en función de la saturación de la plaza de aumentar el tiempo del proceso.
En definitiva, los altos precios de los inmuebles ha llevado a muchos inversores a optar por la adquisición de bienes inmuebles por otras vías más lentas pero que según el precio y la condición del inmueble, pueden resultar ventajosas en muchos casos.