Vivimos tiempos extraños, que se nos están haciendo normales, pero que van a cambiar nuestra forma de vivir a corto y medio plazo, en cuanto seamos sensibles a los cambios que van a llegar. Esto va a afectar a todos los ámbitos de nuestra vida y sectores económicos, y como no podrá ser de otra forma, también a la vivienda, tanto al mercado de alquiler como al de venta de vivienda.

¿Cómo va a variar los precios de la vivienda?

Vamos a ver cómo cambian muchos factores determinantes a la hora de valorar su impacto en la vivienda. Lo que está claro es que el paro va a subir por encima del 20%, va a existir una importante incertidumbre económica, lo cual no va a alentar a posibles compradores hacia la compra.

Los compradores serán más selectivos con la vivienda a comprar, se valoraran más algunos factores como terrazas, vistas, amplitud de habitaciones.. y una reducción más a la baja de determinadas viviendas respecto a otras como los bajos, no tener ascensor, ser interiores..etc

Debemos de ser conscientes de que pasaremos más tiempo en casa, el teletrabajo es una opción más seria que nunca, por lo que será necesario espacios de trabajo, vamos a querer luz, nadie va a querer dormitorios o habitaciones ciegas. .lo cual hará una discriminación selectiva de las viviendas.

En principio, la obra nueva en cosntrucción se demorara, pero no se espera una bajada radical de precios. En cuanto a las nuevas promociones a comenzar, es de esperar su ralentización, muy probablemente hasta tener una importante parte vendida. Lo que está claro y tendrá mayores bajadas es la vivienda de segunda mano, sobre todo aquella con mas carencias habitacionales.

Si bien es cierto que hay quienes abogan que la obra nueva no bajará por los pocos márgenes de los contructores(https://www.larazon.es/madrid/20200612/pjac5xehrbhpvogjv6hon3ypdm.html), existen otras opiniones que piensan que habrá bajadas con la venta de promociones completas a fondos para el alquiler.

¿Cómo cambiaran las tendencias en general de la vivienda?

La previsión es el aumento de la demanda de vivienda en núcleos cercanos a las ciudades, buscando una vivienda más amplia, con más metros  y zonas al aire libre. La necesidad de un espacio de trabajo es ahora imprescindible, no se puede tener un ordenador en la cocina o en el salón continuamente. Serán necesarios más que nunca espacios de trabajo y metros en las habitaciones. Aquellas que no cumplan estos requisitos serán menos demandadas y sufrirán recortes a la baja durante los próximos 2 años al menos.

Lo cierto es que llegaran periodos de necesidad para muchas personas, con  necesidad de vender a la baja para conseguir liquidez, cuando lleguemos a niveles de paro por encima del 25%. Los promotores tienen miedo en cuanto a la subrogación de sus préstamos promotores a los compradores y los bancos serán más cautos aun, por lo que un país donde la mayor parte de las transacciones se dan conjuntamente con un préstamo hipotecario, si este es restringido, no se podrán hacer muchas compras.

La incertidumbre económica a la hora de vender no trae más que bajadas de precios, pues el vendedor tiene miedo de que el mercado siga bajando y el comprador no tiene prisa, pues piensa que los activos inmobiliarios pueden seguir bajando, perjudicando siempre a los vendedores.

Lo cierto es que los efectos de la crisis siempre llegan con retraso a la calle, los efectos de las perdidas empresariales, hasta la restructuración, fin de los ertes, llegada de los eres o quiebras tardaran hasta final de año, por lo que los precios no se esperan bajadas importantes hasta final del verano.

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