La inversión inmobiliaria es de las más buscadas por el pequeño inversor
En muchos casos, el pequeño inversor, desconocedor de la inversión bursátil, busca refugio en el ladrillo, que tiene la fama de tener siempre valor, rentabilidad en un alquiler y goza de ser una inversión al contrario que las acciones en bolsa y fondos de ser tangible.
Una inversión en inmueble, puede proporcionar siempre un rendimiento casi inmediato en forma de alquiler, independientemente de su subida o bajada respecto al precio del mercado, con la posibilidad de una plusvalía en aquel momento en el cual se decida vender por haberse revalorizado, bien por alteraciones en el mercado inmobiliario, o bien por mejoras puntuales en la zona del inmueble, que permitan su venta con una ganancia.
Las bajadas de bolsa o pérdida de valor de ciertas empresas que crean incertidumbre en el inversor, además de la subida de los alquileres actual, normalmente lleva a crecer la inversión en inmuebles, que tienen un lenguaje menos complicado para el ahorrador e inversor esporádico como alquiler mensual o revalorización del inmueble.
La compra de inmuebles para la venta
En muchos casos, existen inversores en inmuebles que buscan comprarlos a un buen precio y venderlos después a un precio mayor para obtener una plusvalía.
Esto por lo general es difícil, pues es complicado encontrar inmuebles en los cuales después de pagar impuestos, permitan un margen interesante.
En ciertos casos, en los que prima la necesidad o la urgencia al vendedor es posible, pero para nada suele ser lo habitual en comprar de inmuebles en forma individual. Esto es más sencillo en grandes compradores, los cuales negocian precios más bajos por la compra de varios inmuebles y pueden acceder a ellos a precios menores y venderlos después uno a uno, en muchos casos por la necesidad del promotor de deshacerse rápidamente de ellos.
Sin embargo, es normal que para realizar una venta con plusvalía, se compren inmuebles a reformar o en mal estado y tras acondicionarlos y añadirles un valor añadido, se vendan obteniendo en estos casos un margen, siempre que la reforma los haya hecho incrementar de precio.
Sin embargo, existen otras opciones para mejorar el precio de compra con respecto al de venta, como la compra de cesiones de crédito, acudir a subastas judiciales, compra de pisos con ocupas o de procesos concursales
Las formas más ventajosas de comprar inmuebles
Según sube el riesgo o el tiempo para acceder al bien es posible comprarlos a un precio menor respecto a su valor de mercado, por lo que cuanto más tiempo se pueda aguantar la inversión, mayor será el margen y la rentabilidad. Las diferentes opciones son:
- Cesiones de crédito. Es la compra de la deuda y del proceso judicial, por el cual se adquiere la hipoteca en impago a la entidad crediticia y el comprador sigue con el proceso hasta la llegada a subasta. Es el proceso más largo, pues dependiendo de en qué momento se encuentre el proceso, puede ser largo, pero también suele ser el más rentable.
Lo bueno de estos casos, es que es posible adquirir inmuebles por debajo del 50% de su valor y se puede acortar el proceso negociando con el deudor y llegando a cesiones de pago
- Compra de inmuebles sin posesión: En estos casos, bien pueden ser inmuebles recién adjudicados, con o sin ocupantes o inmuebles con ocupas. El margen suele ser importante también, pues se venden con personas dentro y el comprador debe de realizar el proceso de desahucio, lo cual dependiendo del juzgado puede dilatarse en el tiempo, aunque por norma general suelen estar sobre los 7-8 meses
- Compra de casas con contratos de alquiler. En estos casos, se deben de respetar dichos contratos y el comprador no podrá hacer uso de ellas sin que termine dicho contrato
- Compra de edificios o promociones, completas o en parte, que el promotor no ha podido vender, y busca desprenderse de ellas lo antes posible, con el fin de deshacerse del problema y del préstamo promotor
Según cada inversor, se optará por una u otra opción, en función de su musculo financiero y su aversión al riesgo.