Cuando solicitamos una hipoteca, el banco estudia exhaustivamente todos los aspectos del prestatario, pero en lo que se hace un mayor hincapié es en la estabilidad y el nivel de ingresos.
En el caso de asalariados está claro cuáles son, exclusivamente los que vienen en nómina, aunque puede haber variables como dietas, kilometrajes, comisiones o pluses que se tomarán o no en cuenta.
En el caso de autónomos, serán tenidos en cuenta los que se declaren en renta en varios años consecutivos , haciendo una media de estos en al menos un par de ejercicios
Ingresos computables para autónomos en la hipoteca
En el caso de autónomos, la verdad es que el cómputo de ingresos se ha ido modificando conforme ha pasado la última década.
Si bien antes aunque no se declarará el total o estos fueran por módulos, si se podían comprobar a través de movimientos bancarios o tpvs, los bancos lo tomaban en consideración, o al menos un parte.
En otros casos en los que se declaraba por módulos por sectores muy favorecidos como el taxi, con una declaraciones aceptadas muy bajas, se tomaban más ingresos que podían declararse por movimientos bancarios.
Sin embargo, hoy esto ha cambiado sustancialmente. Solo se tomarán en cuenta los declarados en renta, tomando la media al menos de dos cursos fiscales.
En casos de profesionales con módulos bajos, si quieren tener acceso a financiación, deberán plantearse la fiscalidad por estimación directa o solo se tomará el módulo y en muchos casos no podrán acceder a financiación.
Los ingresos superiores demostrables por banco ya no serán tenidos en cuenta en ninguna entidad financiera
Ingresos adicionales en nóminas de personal laboral
En el caso del personal asalariado también hay excepciones a la hora de tener en cuenta los ingresos para la concesión del crédito hipotecario.
En muchas empresas se camuflan ingresos en nómina en conceptos que no tributan en renta y que son susceptibles de anular rápidamente en caso de querer realizar una reducción salarial del trabajador.
Pagos por dietas, kilometrajes, productividad o comisiones son conceptos susceptibles de anulación.
En muchos empresarios se ha dado la picaresca de pagar por estos conceptos, que posteriormente no serán tenidos en cuenta muchos de ellos a la hora del estudio de la hipoteca.
Solo las comisiones regulares y que son mantenidas en el tiempo pueden ser tenidas en cuenta si son permanentes.
En definitiva, la mejor fiscalidad de autónomos o empresas y asalariados puede estar contrapuesta con los intereses a la hora de conseguir financiación.
Hay que tener claro que pagar algo más de impuestos declarando mediante imposición directa en vez de módulos más beneficiosos o partidas en nóminas que no tributan en irpf pueden ser la diferencia fundamental para lograr la financiación hipotecaria.